El tejido productivo de Baleares ha estabilizado sus niveles de riesgo de crédito en el último año. El 32% de las empresas de la región presenta un riesgo elevado o máximo de impago. El indicador, similar al de 2024, se encuentra muy por encima del 14% que registraba antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo del archipiélago elaborada con la solución de analítica avanzada Insight View. La creación de empresas muestra una caída del -21%, mientras las disoluciones caen un -9%.
Según el análisis de Insight View, Baleares cuenta con un pequeño sector industrial (5% de las empresas, 5% de la facturación), mientras que el peso de la actividad recae sobre el comercio (16% de las empresas, 21% de la facturación) y la hostelería (17% de las empresas, 21% de la facturación). Son también muy relevantes el sector de construcción e inmobiliario (34% de las empresas, 10% de facturación) y los servicios a empresas (13% de las empresas, 16% de la facturación).
El 73% de las empresas y el 84% de la facturación se concentran en Mallorca. Le siguen, en orden de importancia económica Ibiza (17% de las empresas, 11% de la facturación) y Menorca (9% de las empresas, 5% de la facturación). Formentera (1% de las empresas, 1% de la facturación) tiene un tamaño testimonial en la economía de las islas.
La distribución por tamaños empresariales refleja una fuerte dispersión. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 12% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 41% de las ventas de un tejido que muestra una enorme madurez. El 42% de las empresas, que acaparan el 76% de la facturación, tiene más de 15 años. Un relevante 46% de las empresas, que apenas supone el 14% de las ventas empresariales, ha sido creado en la última década.