23 julio 2012
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Los objetivos principales de la contabilidad de costes

 

 

Mario Cantalapiedra - Economista

 

Todo lo que se relaciona con el control y reducción de costes se ha vuelto prioritario para muchas empresas, las cuales cuentan con la contabilidad analítica, interna o de costes como una de las principales herramientas para mejorar su eficiencia. Si en el ámbito de la contabilidad financiera o externa no se explica cómo se llega al resultado final de la empresa, con la contabilidad de costes se trata de conocer cuál es el coste de cada área del proceso productivo, entendido éste como el conjunto de operaciones ordenadas que permiten transformar los inputs, entradas o factores en outputs, salidas o productos, así como el coste de cada producto considerado de un modo particular.

 

La contabilidad de costes se utiliza para calcular correctamente los distintos márgenes y resultados, tratando de explicar dónde se ha generado cada porción del resultado final y en qué cuantía. A pesar de que formalmente, la contabilidad financiera y la de costes se confeccionan de forma separada, puesto que poseen objetivos y características diferentes, siempre habrán de intercambiarse información. De este modo, la contabilidad de costes necesitará informaciones suministradas por la financiera para su desarrollo, mientras que la financiera precisará de los datos obtenidos por la interna para valorar correctamente los inventarios en almacén de la compañía.

 

En el caso de la contabilidad de costes no existe una normativa de referencia como ocurre con el Plan General de Contabilidad que regula la financiera, por lo que se habrá de diseñar un sistema de costes adecuado a la realidad empresarial, tratando de alejarse de ejercicios teóricos que no sirvan para la toma de decisiones en el ámbito de la gestión. Si algo caracteriza a la contabilidad analítica es que ha de ser práctica. Los principales objetivos de esta modalidad de contabilidad se pueden resumir en los tres siguientes:

  1. Proporcionar información para la planificación y el control interno. Los datos de la contabilidad interna permiten realizar presupuestos de costes en la empresa y analizar posteriormente las desviaciones producidas.
  2. Valorar los almacenes de la empresa correctamente, principalmente los de existencias finales o “a cierre de ejercicio”.
  3. Ayudar a la toma de decisiones en la gestión de la empresa, como pueden ser fijar los precios de los productos que se comercializan o abandonar una determinada línea de producción que no sea rentable para la empresa.
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