La decisión de dar crédito a un nuevo cliente
La decisión de dar crédito a un nuevo cliente
La decisión de dar crédito a un nuevo cliente
El responsable de créditos tomará las siguientes decisiones sobre un nuevo cliente:
Cuando se haya decidido otorgar una cuenta de crédito, seguidamente se ha de establecer el límite de riesgo para el nuevo cliente. El límite de riesgo es la cantidad máxima de crédito que estamos dispuestos a arriesgar con el cliente y que no vamos a sobrepasar en ningún momento si no es con la autorización de algún directivo responsable. Gracias a los límites de riesgo se evitarán pérdidas elevadas si se produce una situación de morosidad.
Para establecer dicho límite de riesgo se puede tener en cuenta el crédito necesario de un cliente.
CN = crédito necesario
TAM = total anual móvil de ventas realizado al cliente; que es la cifra de negocio de los próximos 12 meses
CPR =condiciones de pago reales en días, o sea las contractuales más el retraso medio
Vamos a ver un ejemplo práctico de cómo calcular el crédito necesario:
El departamento de marketing determina que un nuevo cliente va a comprar por valor de unos 200.000 euros en los próximos 12 meses.
El cálculo del crédito necesario se hace aplicando la fórmula:
CN = 200.000 x (100:360)
CN = 55.555,54 euros
El crédito necesario sirve como referencia para otorgar un límite de crédito, aunque puede corregirse mediante índices de riesgo e índices correctores. Por ejemplo se utilizarán índices correctores para bajar el límite de crédito cuando las informaciones acerca de la solvencia del cliente aconsejen prudencia en las relaciones comerciales.
El plazo de pago acordado es muy importante ya que se aplica la vieja norma de credit management: “a mayor plazo mayor riesgo y a menor plazo menor riesgo”. En la actual coyuntura una empresa solvente hoy dentro de seis meses puede ser insolvente. El reducir los períodos de cobro es una medida que minimiza automáticamente el riesgo de impago.
La forma de pago más utilizada es la de conceder un aplazamiento al cliente de 90 días para el abono de la totalidad. En determinados casos hay que procurar un pago a cuenta para reducir el riesgo de la operación y comprobar si el comprador tiene liquidez. Otra opción es la de diluir el riesgo acordando en lugar de un solo vencimiento a 90 dias, tres plazos de 30, 60 y 90 días; de esta forma al cabo de un mes sabremos si el cliente cumple con su obligación o no.
El medio de pago escogido influye en el riesgo de la operación, puesto que no es lo mismo estar en posesión de un documento cambiario firmado por el deudor, que esperar el cobro por transferencia.
Por lo general, y si los clientes son medianamente solventes, la empresa proveedora debe adoptar una gestión pro-activa en el cobro de tráfico normal; o sea tener la iniciativa del lanzamiento del cobro. Así pues, en lugar de que el cliente efectúe los pagos de las facturas por medio de transferencia bancaria o enviando un cheque por correo, es mejor domiciliar los cobros en una cuenta bancaria y utilizar el adeudo en cuenta.
El responsable de créditos con el fin de cuantificar mejor el riesgo crediticio de cada cliente, deberá calificar mediante un "score de riesgo" a todos los clientes. Dicho score de riesgo se puede hacer con unas calificaciones crediticias que por ejemplo vayan de 0 a 50 puntos.
El “score de riesgo” permite objetivar las decisiones que conciernen al crédito de clientes y permite visualizar de forma rápida el riesgo de cada cliente.
El “score de riesgo” también ayuda en el momento de dar el límite de crédito puesto que a los clientes que tienen una calificación entre 40 y 50 se les puede conceder un límite de riesgo muy alto y a los que están entre 30 y 40 un riesgo algo, pero en cambio a los clientes que han obtenido un “score de riesgo” por debajo de 20 no se les concede crédito o se les solicita algún tipo de garantías si quieren comprar con pago aplazado.
Via | www.perebrachfield.com