Refinanciar la deuda bancaria es un proceso complejo que se ve afectado por factores tales como el tamaño de la empresa, su sector de actividad o el volumen de deuda.
Mario Cantalapiedra - Economista
Cuando la empresa enfrenta problemas de liquidez, una de las soluciones posibles es la refinanciación de su deuda bancaria. Este proceso implica reemplazar los créditos o préstamos existentes por otros con condiciones diferentes, adaptándolos a la situación financiera de la compañía. El objetivo es recomponer el pasivo y equilibrar la liquidez, asegurando que los flujos de caja que se generen en lo sucesivo podrán atender las obligaciones de pago.
El proceso de refinanciación de la deuda bancaria se ve afectado por varios factores, como el tamaño de la empresa, su sector de actividad, el volumen de deuda y la relación con la entidad de crédito. Además, la coyuntura económica también desempeña un papel importante.
Una serie de pautas puede ayudarnos a lograr una refinanciación exitosa:
Antes de iniciar el proceso de refinanciación, es necesario realizar un análisis completo de la deuda bancaria contratada, comprendiendo las condiciones, tipos de interés y plazos de los préstamos y créditos actuales.
A pesar de que la situación financiera de la empresa pueda ser complicada, es fundamental evitar prácticas contables o fiscales incorrectas. Esto garantizará que el proyecto empresarial mantenga su credibilidad ante la entidad financiera y genere la confianza necesaria para ser refinanciado. Para ello se ha de presentar la información sobre los estados económicos y financieros de la mejor manera posible dentro de las posibilidades que tenga la empresa.
Uno de los desafíos fundamentales que se encuentran las empresas que atraviesan dificultades financieras, es tratar de solucionar todos los problemas simultáneamente. Es difícil refinanciar la deuda, al mismo tiempo que se conserva la plantilla de trabajadores y se consolida la posición en el mercado. En este contexto, deben definirse metas concretas y priorizar acciones que aseguren la supervivencia de la compañía, porque, al fin y al cabo, es de lo que se trata.
En la situación de refinanciación, la comunicación con la entidad bancaria es crucial. Informar con antelación, coordinar acciones a emprender y mantener una relación cercana con las personas responsables de la entidad financiera contribuyen al éxito del proceso.
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