Cuatro decisiones cruciales para la expansión internacional de tu negocio
Exportar a mercados internacionales supone enfrentarse a una serie de decisiones complejas.
Exportar a mercados internacionales supone enfrentarse a una serie de decisiones complejas.
Mario Cantalapiedra - Economista
Cuando una empresa se plantea entrar en mercados internacionales para la venta de sus productos y servicios, se enfrenta a una serie de decisiones complejas. Este reto es particularmente significativo para las pequeñas y medianas empresas. Algunas de las decisiones que deben abordarse son las siguientes:
La decisión de exportar tiene un impacto significativo en la estrategia global de la empresa. Determinar cómo competir y en qué mercados hacerlo resulta esencial. La empresa exportadora se encontrará con nuevos desafíos y riesgos, para los cuales deberá estar preparada. Por ejemplo, en las ventas a nivel internacional el riesgo de impago suele aumentar por las dificultades que aparecen a la hora de obtener información de las compañías con las que se quiere comerciar, así como por las diferencias culturales y legales entre países. Este aumento del riesgo de impago se puede mitigar contratando un seguro de crédito, o utilizando herramientas que permiten obtener información sobre empresas en el extranjero como Insight View.
La empresa debe evaluar si los productos o servicios que ofrece a nivel nacional son también adecuados para el mercado internacional. Exportar un producto puede ser más complicado debido a los requisitos legales y a las exigencias y necesidades de los clientes extranjeros. Los servicios suelen ser más fáciles de adaptar a un mercado internacional. La elección del mercado dependerá de factores como la proximidad geográfica, su tamaño, la similitud con el mercado nacional, la existencia de canales de distribución similares o la estabilidad económica y política del país de destino. También existen herramientas que pueden ayudar en esta labor como Export Insight.
Para liderar el proyecto de exportación, es necesario designar a una persona o equipo de trabajo con conocimientos específicos del país de destino y de las directrices para comercializar allí los productos o servicios de la empresa. Si este perfil no está disponible internamente, será necesario contratarlo. Entre las responsabilidades de esta persona o equipo estará la elaboración de un plan de negocio para el mercado internacional, que incluya los objetivos de exportación y la forma más eficiente de lograrlos.
Finalmente, la empresa deberá decidir si centraliza o descentraliza sus actividades para alcanzar los objetivos de exportación establecidos. Esto puede referirse a actividades específicas, como la publicidad o la gestión de tesorería, o a áreas funcionales globales, como el área comercial o financiera.