La pandemia ha puesto de manifiesto lo importante que resulta contar con un número adecuado de proveedores y que reúnan la calidad suficiente, en un momento en el que las cadenas de suministro se han visto afectadas por la falta de abastecimiento o por retrasos importantes en las entregas.
Este entorno tan complejo que nos ha tocado vivir, ha demostrado que el hecho de elegir adecuadamente a los suministradores de bienes y servicios puede ser un aspecto crucial para la viabilidad de cualquier empresa.
Con los proveedores, sobre todo con aquellos que se consideren estratégicos para el desarrollo de la actividad, ocurre como con los clientes, que las relaciones han de basarse en la confianza. Si con los clientes, se espera que abonen las facturas llegados sus vencimientos, con los proveedores, se debe confiar en que suministrarán los productos en los plazos acordados, a los precios igualmente pactados y con la debida calidad.
Antes de tomar la decisión de contratarlo, el proceso de evaluación de un proveedor ha de basarse en información existente, a la que tradicionalmente se ha podido acceder a través de informes comerciales y, más recientemente, utilizando las herramientas de analítica avanzada que los avances tecnológicos han traído consigo, y que muestran una gran cantidad de información de manera organizada y filtrada.
En concreto, estas herramientas de analítica avanzada permiten:
1 / Encontrar proveedores cercanos y solventes
A través de ellas se pueden segmentar las bases de datos de empresas y autónomos, filtrándolas por criterios tales como sector, ubicación y nivel de riesgo, accediendo así a una selección de proveedores cercanos y solventes.
2 / Prever posibles problemas de suministro
Los análisis económico-financiero y de riesgo, así como los datos sobre incidencias de pago (fuentes oficiales, listas de morosos), que proporcionan, permiten estimar si un proveedor atraviesa dificultades que puedan llevar a que no atienda los pedidos, disminuya la calidad de los mismos, o no conceda el crédito comercial (financiación) deseado.
3 / Conocer la fuerza relativa frente al proveedor
En base al dato de facturación del proveedor, se puede estimar lo que representa el volumen de compra prevista por la empresa, analizando la fuerza relativa que se podrá ejercer frente a él.
4 / Fijar mejor las condiciones de pago
El conocimiento previo del plazo medio de pago con el que trabaja el proveedor, permite fijar mejor las condiciones de pago de sus facturas.