Cómo mejorar el rating de morosidad de nuestra empresa
El rating de morosidad es una calificación que elabora una compañía especializada, y que predice la probabilidad de que una empresa o autónomo pueda hacer frente a sus compromisos de pago.
El rating de morosidad es una calificación que elabora una compañía especializada, y que predice la probabilidad de que una empresa o autónomo pueda hacer frente a sus compromisos de pago.
El rating de morosidad es una calificación u opinión cualitativa que elabora una compañía especializada, y que predice la probabilidad de que una empresa o autónomo pueda hacer frente a sus compromisos de pago en los próximos doce meses.
A través de su consulta, las empresas pueden simplificar y agilizar el proceso de decisión sobre la concesión de crédito comercial a sus clientes, ya que les facilita una valoración objetiva sobre cada uno de ellos.
En el cálculo del rating de morosidad se utilizan modelos matemáticos que analizan variables económicas, financieras, mercantiles y cualitativas de la empresa o autónomo. De manera general, se estudian elementos tales como la información financiera disponible más reciente, la forma jurídica, la trayectoria empresarial o los datos sectoriales, analizándose tanto información de tipo negativo como positivo. En este sentido, las actualizaciones de datos de la empresa o autónomo o los cambios significativos en el sector donde compita, pueden llevar a que el rating de morosidad varíe en uno u otro sentido.
Hay datos que influyen en la elaboración de este rating que son difíciles de mejorar desde la órbita de la propia empresa, como, por ejemplo, la coyuntura económica que atraviese el sector o los años de antigüedad que tenga el negocio. Sin embargo, existen otros sobre los que se puede incidir de forma directa con el objetivo de mejorar el rating, entre los que destacan los siguientes:
1 / Información financiera actualizada. Los datos de balances y cuentas de pérdidas y ganancias son de los que más pesan a la hora de elaborar esta calificación predictiva, de tal modo que es muy importante que la empresa obligada a ello presente sus cuentas anuales en el Registro Mercantil en el plazo legal. Más allá de los problemas del cierre de hoja registral, de posibles sanciones por la falta de depósito o de dificultades para acceder a la financiación ajena, no depositar las cuentas en forma y plazo empeora el rating de morosidad.
2 / Impagos. Si se tienen impagos con terceros que aparezcan reflejados en fuentes oficiales, tales como incidencias judiciales o reclamaciones de organismos públicos, deben tratarse de liquidar para que el rating mejore.
3 / Nivel de endeudamiento a corto plazo. Mantener un nivel de deuda a corto plazo (a menos de un año) aceptable, teniendo en cuenta el sector, y que esté en consonancia con el importe que a su vez los clientes adeudan a la empresa, también permite que el rating de morosidad mejore.