Importancia de la trayectoria histórica en el análisis del riesgo de clientes

Mario Cantalapiedra - Economista
 

Según un estudio reciente de Iberinform, “el 29% de las empresas creadas en 2019 ya no existe”. Aunque hemos vivido circunstancias excepcionales durante este período, como la pandemia, los cuellos de botella en las cadenas de suministro o las fluctuaciones en los precios de materias primas y energía, este informe indica que “las tasas de supervivencia empresarial se encuentran muy cerca de los niveles históricos a largo plazo”.

Iberinform ha observado que la madurez de los proyectos aumenta significativamente las posibilidades de supervivencia empresarial a partir de los 15 años, un dato muy relevante a la hora de analizar el riesgo de los clientes.

La trayectoria histórica genera confianza

La trayectoria histórica de una empresa es uno de los atributos que más confianza genera en los analistas. La presencia prolongada de una compañía en el mercado, junto con su reconocida capacidad para desempeñarse con eficacia, favorecen la emisión de un dictamen positivo sobre su riesgo.

Sin embargo, es importante no asumir que una trayectoria histórica positiva garantiza por sí misma un riesgo de crédito reducido. Es esencial analizar datos históricos específicos que nos permitan obtener una evaluación más precisa del riesgo.

Datos históricos concretos a estudiar

Al considerar los datos históricos específicos que se pueden analizar, es habitual observar la composición inicial del objeto social de la empresa y las modificaciones que ha experimentado a lo largo del tiempo. Estas pueden indicar cambios estratégicos, adaptaciones a nuevas oportunidades de mercado o respuestas a desafíos de la competencia. Si son demasiado frecuentes o radicales, pueden deberse a problemas de dirección estratégica en la empresa.

También es relevante examinar la evolución histórica de las líneas de negocio y de los productos básicos comercializados. Además, interesa observar la evolución histórica de la cuota de mercado y la relación de la empresa con sus principales competidores.

Otros elementos que se analizan y que están relacionados con la historia de la empresa son los procesos de concentración en los que ha podido estar involucrada, como las fusiones o adquisiciones, así como los procesos judiciales. En este sentido, al analista le interesa ver la frecuencia con la que una empresa aparece en procesos de este tipo, la posición que ocupa (demandante o demandada), y los motivos concretos por los que está involucrada. Si una empresa aparece históricamente como demandada en procesos judiciales, esto podría indicar problemas en la actividad que desarrolla.