Mario Cantalapiedra - Economista
Cuando se realiza un análisis externo de los estados contables de una empresa, que incluyen principalmente el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias y la memoria, es posible establecer una serie de controles para garantizar que no contienen errores que puedan cuestionar su veracidad.
El alcance de estos controles puede variar dependiendo del nivel de detalle que presente la información contable de la empresa, especialmente en lo que respecta a la memoria. Es decir, cuanto más detallada y completa sea la información, más exhaustivo podrá ser el control.
Los controles más comunes y que nos indican la salud contable de una empresa
A continuación, se presentan 10 controles que, a pesar de que no ser los únicos, son bastante comunes:
- El capital social de la empresa se ha suscrito y desembolsado de acuerdo con las condiciones exigidas legalmente. Por ejemplo, en una sociedad limitada, el capital social debe estar completamente desembolsado en el momento de su constitución, mientras que en una anónima basta con desembolsar el 25% del capital.
- La cuantía y la evolución de las reservas concuerdan con las dotaciones a lo largo de los ejercicios, respetando los mínimos legales y las disposiciones estatutarias de la empresa, si las hubiera.
- Los almacenes iniciales de un ejercicio se corresponden con los finales del período anterior, y su evolución está en línea con la actividad de la empresa. Los controles sobre los almacenes buscan principalmente verificar que no estén sobrevalorados.
- Las dotaciones a las amortizaciones, deterioros (pérdidas de valor de los activos que pueden revertirse) y provisiones (obligaciones claras en su naturaleza, pero no en su importe exacto o en la fecha en que ocurrirán). El objetivo es descartar posibles manipulaciones contables de los resultados de la empresa a través de unas dotaciones determinadas.
- Las variaciones producidas por los elementos del activo no corriente (altas, bajas, revalorizaciones) se explican con claridad. En este caso, se busca verificar que la empresa no sobrevalora su activo no corriente.
- Existe correlación entre los gastos financieros y el volumen de endeudamiento de la empresa.
- La evolución del IVA repercutido y soportado es coherente con la actividad de la empresa y la estacionalidad del producto o servicio ofertado, si esta existe.
- Los plazos medios de cobro y pago son los habituales del sector.
- La cuantía y motivo de los gastos excepcionales contabilizados. En este apartado, recordemos que se pueden incluir gastos originados por sanciones, inundaciones, incendios, robos, etcétera.
- Se cumple el requisito de presentar auditoría contable cuando la empresa esté obligada. En este caso, se deberán estudiar los comentarios y salvedades realizados por los auditores. Como regla general, una información contable que esté auditada nos proporcionará una mayor seguridad en nuestro análisis.