El tejido productivo de Andalucía ha registrado un empeoramiento de su riesgo de crédito en el último año. El 29% de las empresas de la región presenta un riesgo elevado de impago, lo que supone dos puntos más que en 2022. El indicador se encuentra muy por encima del 16% que registraba antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo andaluz elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
En enero de 2023, Andalucía registra un incremento interanual del 36% en la declaración de procesos concursales. La creación de empresas muestra un incremento de actividad del 11%, mientras que las disoluciones caen un -4%.
El 52% de las empresas y el 48% de la facturación se concentran en Sevilla y Málaga, los dos grandes motores económicos de la región. Le siguen en importancia económica, a cierta distancia, un segundo grupo formado por Granada, Cádiz, Córdoba y Almería. Una parte relevante del tejido productivo, el 30% de las empresas, ha sido creado en los últimos cinco años, si bien solo representa el 5% de las ventas totales. En el otro extremo, el 13% de las empresas, que acapara el 38% de la facturación, tiene más de 25 años.
Según el análisis de Insight View, Andalucía cuenta con un importante sector industrial (7% de las empresas, 23% de la facturación), pero el peso de la actividad recae sobre el comercio (21% de las empresas, 40% de la facturación). Es también muy relevante el sector de construcción e inmobiliario (27% de las empresas, 9% de facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 10% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 39% de las ventas.