Diferencia entre los conceptos contables de deterioro y provisión
Mario Cantalapiedra - Economista
Un aspecto que todavía parece seguir causando cierta dificultad es el de diferenciar entre los conceptos contables de provisión y deterioro. Los que tenemos cierta edad recordamos que el Plan General de Contabilidad (PGC) de 1990, recogía bajo el concepto genérico de provisión las correcciones valorativas reversibles realizadas tanto sobre activos que valían menos como sobre pasivos que eran probables pero al mismo tiempo indeterminados. Pues bien, el PGC vigente en la actualidad, el de 2007, reserva el concepto de provisión para los pasivos y habla de deterioro para los activos.
De este modo, son provisiones los pasivos (obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya extinción la empresa espera desprenderse de recursos que puedan producir beneficios o rendimientos económicos en el futuro), que resultan indeterminados respecto a su importe o a la fecha en que se cancelarán, por lo que la empresa aplica una cantidad como gasto para estar preparada. Por ejemplo, se contabiliza una provisión por la indemnización reclamada por un cliente por la venta de un producto defectuoso que muy probablemente habrá de pagarse. Existe una obligación a afrontar (pasivo), especificada en cuanto a su naturaleza, pero de la que se desconocen su importe exacto y su momento concreto. El PGC recoge expresamente las siguientes provisiones:
- A largo plazo:
- A corto plazo:
Por su parte, los deterioros hacen referencia a la pérdida de valor de los activos de la empresa con carácter reversible, es decir, que puede recuperarse en el futuro, de tal modo que esa disminución de valor se refleja como gasto. Por ejemplo, se contabiliza el deterioro por las dudas razonables que existan sobre el cobro de una factura pendiente de un cliente. El PGC prevé los cuatro grandes grupos de deterioros siguientes:
- A largo plazo:
- A corto plazo: