El 22% de las empresas de La Rioja presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente al 18% que marcaba este indicador antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo riojano elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
Tan solo el 18% de las empresas de la región se concentra en el sector del comercio, que representa el 24% de la actividad económica, por detrás de otros territorios. El peso de la hostelería (9% de las empresas, 1% de la facturación) también es muy reducido. El sector industrial, menos afectado por las medidas de distanciamiento social, supone el 13% de las empresas y concentra el 49% de la cifra de negocio. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (29% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (8% de la facturación). Les siguen en importancia los servicios a empresa (10% de las empresas, 5% de la facturación) y el sector primario (3% de las empresas, 1% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 72% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 9% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa el 1% del total, produce el 34% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 19% de las empresas, que acapara el 48% de la facturación, tiene más de 25 años. El 37% de las empresas, que representan el 9% de las ventas empresariales, ha sido creado en los últimos diez años.