El tejido productivo de Asturias ha registrado un deterioro de su riesgo de crédito en el último año. El 18% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente al 14% que registraba este indicador antes de la pandemia. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo asturiano elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. En los seis primeros meses de 2021, Asturias registra un incremento interanual del 87% en la declaración de procesos concursales, fruto del deterioro progresivo de los niveles de solvencia del tejido empresarial registrado durante los meses de pandemia. Tanto la creación como la destrucción de empresas muestra una fuerte actividad.
Más de la mitad de las empresas de la región (65% de las empresas, 38% de la facturación) se concentra en el sector servicios, en línea con otros territorios. En el sector industrial, que supone el 8% de las empresas de la región y el 38% de la cifra de negocio, crece de forma significativa el tamaño medio de la empresa. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (25% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (10% de la facturación). El sector energético, con solo un 1% de las empresas, tiene un peso importante que alcanza el 13% de la facturación empresarial. El peso del sector primario está en línea con otras regiones (1% de las empresas, 1% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 77% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 7% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa menos del 1% del total, produce el 60% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 16% de las empresas, que acaparan el 54% de la facturación, tiene más de 25 años.